fbpx
Share this news
Artículo escrito por Gema García. Imágenes: 11febrero.org

Numerosos estudios revelan que las mujeres en las áreas de STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) publican menos, cobran menos por sus investigaciones y no ascienden tanto como los hombres en sus carreras.

Hoy es 11 de febrero y se celebral el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Esta señalada fecha fue impulsada a partir de una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 2015 para promover la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Mujeres como Phumzile Mlambonglcuka, secretaria general de ONU Mujeres, afirmó que los obstáculos que deben superar las mujeres y niñas en el mundo de la ciencia siguen siendo demasiados y que es responsabilidad de todas y todos eliminarlos. 

Normalmente, lo que suele hacerse un día como este, es conmemorar a las mujeres más ilustres del mundo de las STEM en nuestra historia y reivindicar su figura. Creo que es súper importante y que el reconocimiento es tremendamente merecido y necesario. Pero creo que, sobre todo,  el foco principal debe estar en todas las mujeres científicas, investigadoras, tecnológicas y matemáticas que luchan y se esfuerzan diariamente desde el anonimato por defender su vocación y su futuro. Ellas componen el 35,9% del sector profesional científico en España. 

Es el momento para replantearnos la cantidad de requisitos y estereotipos de género que siempre acompañan a las mujeres. En el ámbito profesional, la exigencia es extrema, y más si el trabajo pertenece a lo que se considera “de hombres”. En el caso de las STEM, si una mujer quiere ser científica debe ser brillante, una genialidad. Su capacidad profesional debe ser excepcional para que pueda “entrar en el universo profesional masculino”. Ellos deciden si somos lo suficientemente buenas, ellos nos examinan, ellos nos juzgan, ellos nos observan con lupa cada movimiento, ellos acaban teniendo siempre la última palabra. El estándar es siempre más alto para nosotras. Esto es machismo y es agotador. 

ciencia niña

Creo que es el momento idóneo para desviar la mirada al sector femenino más joven que sufre directamente esta situación y que ve como sus oportunidades para desarrollar sus competencias son arrebatadas constantemente. Llevamos demasiado tiempo frenando el recorrido vocacional a demasiadas niñas por una serie de estereotipos y creencias obsoletas y absurdas.


Según un estudio de la Revista Science en 2017, es a los cinco años cuando las niñas ya piensan que las ciencias son más difíciles y a los seis que las ciencias son una materia que pertenece al mundo de los chicos. La educación es el eje crucial de este asunto. Si desde bien pequeñas, no otorgamos valores de equidad y diversidad a la hora de hablar de oportunidades, perpetuaremos el machismo y la desigualdad que prevalece todavía.

Los datos más recientes de nuestro Ministerio de Ciencia e Investigación nos recuerdan el bajo porcentaje de mujeres en el mundo STEM y un descenso notable en el mundo tecnológico y de las ingenierías. El techo de cristal permanece intacto pasen los años que pasen y el futuro sigue muy nublado. Es el momento de tomar parte y cambiar las cosas.

El problema es real y nos concierne a todas y todos.  Nuestra función como sociedad debe ser la de trampolín para asegurar el futuro de nuestras niñas, no la del techo con el que se choquen en el momento que vayan a saltar.

Share this news

65 Países alcanzados | 672 Pesonas ayudadas | Queremos ayudar a 83 millones

X